La falsificación de productos para el cultivo

La falsificación de productos fitosanitarios se está convirtiendo en un problema cada vez mayor. La prevalencia de productos falsos tiene una serie de repercusiones negativas en el mercado, los productores, las economías nacionales y el medio ambiente.

A continuación, se enumeran algunos de los efectos perjudiciales de los pesticidas falsos:

  1. Riesgos para las finanzas del productor, incluida la posibilidad de perder una cosecha por el uso ineficaz de una mercancía falsificada.
  2. Obstrucción de la inversión, el empleo, la transferencia de tecnología y los ingresos fiscales.
  3. Dado que los productos falsificados no se someten a pruebas ni a procesos de evaluación antes de ser aprobados para su comercialización en un país, el uso de estos puede tener graves efectos negativos para la salud humana y el medio ambiente.
  4. La posibilidad de que se prohíban las exportaciones agrícolas debido al uso de estos plaguicidas no autorizados.

Por último, pero no menos importante, el impacto de los productos falsos disuade a las empresas que crean productos fitosanitarios de dedicar mucho tiempo y dinero a la creación de tecnologías innovadoras que puedan ayudar a garantizar la seguridad del suministro mundial de alimentos. Además, la mala calidad de los pesticidas falsos supone un gran riesgo para el medio ambiente, para la salud y seguridad de los trabajadores.

La industria de productos para la protección de cultivos se dedica a la innovación y a proporcionar a los productores de todo el mundo productos altamente regulados, lo que en última instancia mejora la seguridad alimentaria.

Para mantener el incentivo a la innovación y garantizar que los productos comercializados se utilicen de forma segura y responsable, es esencial un mayor control por parte de la policía, las aduanas y las autoridades sobre la aplicación y el cumplimiento de los derechos de propiedad intelectual, así como una mayor transparencia en el comercio internacional de plaguicidas.

Los plaguicidas y otros productos de protección de cultivos que han sido certificados por la Industria de las Ciencias de los Cultivos permiten a los cultivadores de todo el mundo producir cosechas de la más alta calidad.

Los falsificadores de plaguicidas y productos fitosanitarios son criminalmente negligentes con los agricultores, la cadena de suministro de alimentos, los consumidores, el medio ambiente y las normas de los productores, exportadores y comercializadores acreditados.